Sistemas de monitoreo en casa para falla cardiaca

La falla cardiaca representa un reto importante para los equipos de salud, en tanto que es una condición en la que los síntomas se exacerban por periodos, requiriéndose hospitalizaciones y consultas al médico frecuentes. Desde el punto de vista del paciente, la enfermedad plantea modificar el estilo de vida, ajustarse al régimen terapéutico, monitorear permanentemente la enfermedad y aprender a vivir con otras comorbilidades, lo que denota la complejidad del manejo de la falla cardiaca. En ese sentido, se ha visto que una atención dada por un equipo multidisciplinario en centros especializados reduce tanto la mortalidad como la tasa de hospitalizaciones y de reingresos. No obstante, no todos los pacientes pueden acceder a este tipo de estrategias, debido a la existencia de barreras geográficas importantes, al alto costo de estos tratamientos y a que éstos no siempre están contemplados en los planes de atención.

Producto de lo anterior, las estrategias de monitoreo en casa han evolucionado rápidamente para poder brindarle al paciente una atención y seguimiento adecuados, superando con ello las barreras enunciadas, pero planteando retos importantes que deben considerarse y que deben ser objeto de estudios posteriores. En el presente artículo abordaré, siguiendo la taxonomía propuesta por Bui y Fonarow, el estado actual de los sistemas de monitoreo en casa para la falla cardiaca, señalando los resultados que han demostrado y sus ventajas, así como sus principales desventajas.

Auto-monitoreo

En primer lugar, es importante recordar que los sistemas de monitoreo en casa encuentran su fundamento en los conceptos de autocuidado y automanejo. El autocuidado se entiende como el proceso mediante el cual el paciente toma una serie de decisiones y acciones que lo ayudan a mantenerse fisiológicamente estable; en otras palabras, esto significa seguir una dieta determinada, tomarse los medicamentos según lo indicado por el médico, cumplir con un plan de ejercicios y monitorearse permanentemente para detectar la aparición de síntomas (p.ej. pesarse).

Por su parte, el auto-manejo hace referencia a un proceso mucho más complejo, en el que los pacientes, a partir de un adecuado reconocimiento de sus síntomas, toman decisiones previamente acordadas con el equipo de salud para controlar y manejar su enfermedad; esto implica que el paciente evalúa sus síntomas, reconoce los cambios en ellos, decide tomar acciones cuando se presentan los hallazgos, implementa tratamientos (p.ej. tomarse una dosis adicional de diurético) y evalúa la respuesta al tratamiento.

Los planes de monitoreo en casa que se sustentan únicamente en el autocuidado y el automanejo representan grandes retos en materia de educación y colaboración del paciente, que si no se sortean de manera adecuada, pueden no tener un efecto importante en la disminución de las hospitalizaciones, los reingresos y la mortalidad.

Esto se debe a que, por un lado, el monitoreo en casa se fundamenta en la captura de información por parte del paciente o sus familiares, labor que requiere un adecuado entrenamiento y especialmente, una importante motivación que se traduzca en cumplimiento y constancia. De otra parte, la información debe ser adecuadamente ponderada para filtrar aquellos cambios sutiles cuyo valor predictivo en términos de seguimiento y pronóstico, puede no ser trascendente o incluso, reflejar deficiencias en las técnicas de medición. De igual forma, otro de los retos está dado porque la falla cardiaca generalmente se acompaña de otras enfermedades que hacen, por un lado, difícil reconocer los síntomas -por ejemplo, en pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica no resulta sencillo reconocer si la dificultad respiratoria es de origen pulmonar o cardiaco-, y, por otro, comprender adecuadamente el régimen terapéutico, pues los pacientes con otras enfermedades tienen un número considerable de medicamentos.

Esto hace que el autocuidado y el auto-manejo, deban combinarse con otras estrategias de monitoreo en casa para obtener los resultados esperados.